jueves, 29 de abril de 2010

Cap I. Mi Vida desde sus comienzos

Debo admitir, que es mi primer escrito.
Pasado ese trago amargo comienzo mi historia...
Básicamente mi vida ha sido lo que cualquier venezolano promedio puede calificar como "sencilla", nací en la populosa capital de mi país Caracas a mediado de los años ochenta. Desde mi comienzo ya entre en una de las estadísticas más populares en los últimos años "hija de una madre soltera", quizás ustedes podrían pensar que fue un impedimento... pero ahora que lo pienso con detenimiento, fue no solo una ventaja, sino una fuente de fuerza indescriptible que me llevo a ser quien orgusollamente soy hoy en día.
Para mi nacimiento mi madre trabajaba como enfermera en el Hospital Militar de Caracas, donde nací el 07 de Febrero del año 1985 a las 8:50am por cesarea. Un nacimiento, planificado debido a la edad de mi madre que ya se acercaba a los cuarentas, ese día estuvo colmado de personas que querían conocer a la primogénita (y única) hija de la Supervisora. La llegada a mi casa no sucedio como lo habían planeado, mi madre tuvo que quedarse bajo los cuidados médicos dos semanas mas debido a la complicación de sus heridas luego de la intervención quirurgica, por lo cual llegue en los brazos de mi gran tía a mi hogar.
Los años subsiguientes quedaron grabados en las fotografias que llenaron los tres albunes que dan fe de mi nacimiento y mi primer año de vida.
Como mujer soltera la vida con una niña no fue fácil para mi mamá sin ningún familiar directo en la gran capital, sin un padre que puediera velar por mí en los momentos que ella no pudiera, guardias nocturnas en el hospital, cursando estudios de ingeniería en la Casa que Vence las Sombras (Universidad Central de Venezuela), pagar un alquiler, llevar comida a la casa, una buena educación, etc..., no hubo otra salida que enviarme con mi tía a Barcelona para que viviera allá mientras que mi madre terminaba las pasantías para poder graduarse como Ingeniero. Este tiempo se alargo por dos años, largos para mí que sentía en aquel momento que todos tenían una madre menos yo, aunque afecto no faltaba, bien dice el dicho "Madre solo hay una".
A mi llegada a Barcelona contaba con 4 años de edad, suficiente para entrar en el segundo grado de pre-escolar, donde me inscribieron con mi primo. Todos los días llegaba el transporte a las 12:45 de la tarde para llevarnos al colegio, ese colegio es el más lindo que recuerdo de todos los que estuve en mi vida. Como era de costumbre en aquellos tiempos (hoy en dia ha cambiado por la falta de tiempo, inmadurez de la gente o simplemente por fastidio) te enseñaban a leer y escribir en tu propia casa, eso me valió un ascenso al tercer y último año del pre-escolar. Todos miraban con alegría mi logro al llegar a casa.